sábado, 25 de octubre de 2008

Revive su carrera


FILADELFIA -- Los Rays de Tampa Bay pueden pasar un día entero contando historias asombrosas. La del dominicano Willy Aybar es quizás una de las más que se destaca, un jugador que hace un año tenía su carrera prácticamente en la cuneta y por el cual los campeones de la Liga Americana tomaron una apuesta.
La contratación de Aybar pasó inadvertida en medio de los movimientos que el gerente general Andrew Friedman hizo para que los Rays de la noche a la mañana saliesen del sótano de su división para encontrarse a tres triunfos de conquistar la Serie Mundial.

Aybar fue la tabla de salvación de los Rays cuando Longoria se lesionóAunque poco se mencione, Aybar fue una especie de tabla de salvación cuando el tercera base Evan Longoria se lesionó en agosto y el favorito al Novato del Año de la Americana se perdió casi un mes.


Fue cuando la versatilidad de Aybar, capaz de jugar en los jardines, el cuadro interior o batear de ambos lados del plato, fue aprovechada al sustituir a Longoria en la antesala.


Jugó de titular como tercera base en 30 partidos consecutivos, y respondió con creces: .308 de promedio, cinco jonrones y 18 producidas.


El dominicano de 25 años tampoco desentonó en la postemporada, y podría decirse que lo hizo de forma sensacional al conectar un par de jonrones. En el decisivo séptimo juego de la serie contra Boston por la corona de la Americana, Aybar conectó doble, jonrón y remolcó dos de las carreras en la victoria 3-1.


"Le fascina estar en los momentos grandes", declaró el piloto Joe Maddon de los Rays al referirse al entusiasmo con el que Aybar juega. "Es por eso que sabe responder a la ocasión. Es lo bueno que tiene, y por lo cual todos nosotros le guardamos mucho aprecio".


"Es un profesional de la pelota", añadió. "No importa si le toca estar jugando con el Licey, en San Pedro de Macorís o en La Romana, se entrega igual".


Cuesta creerlo, pero Aybar estuvo muy cerca de arruinar su carrera.


Tras debutar con los Dodgers de Los Angeles en el 2005, fue transferido a Atlanta al año siguiente. Lo que vino después fue una espiral de penurias.


Afectado por problemas personales y excesos con la bebida, se perdió la temporada del 2007. Pasó tres meses en un centro de rehabilitación de adicciones. También se fracturó un hueso de la mano derecha. Atlanta le suspendió cuando no se reportó para la recuperación de sus dolencias.


Aybar declina abordar en los detalles sobre ese pasado y se limita a expresar su agradecimiento por haber recibido una segunda oportunidad de jugar en Tampa Bay.


"Yo juego donde me pongan. A Joe Maddon le tengo que agradecer la gran confianza que puso en mí", declaró Aybar. "He tratado de no defraudar esa confianza y aprovechar cada oportunidad que han dado".


Su compañero y compatriota Carlos Peña suele hablar de la armonía en el seno de los Rays, destacando el hecho que tantos jugadores que no anduvieron bien en otros clubes se han destapado con el uniforme de Tampa Bay.


"Willy es uno de ellos. El sabe que formar de este equipo es un privilegio y ser parte de un año de ensueño", destacó Peña. "Es un tipo que está siempre alegre".

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